El mango es una de las frutas favoritas de muchos, de regiones tropicales y gran frescura, el mango, sea solo, con chile, acompañado de otras frutas o incluso preparado con alimentos salados como se utiliza en algunos lugares, esta fruta proveniente de la India tiene muchos beneficios para la salud.
En el caso de la Diabetes hay quienes dudan que su consumo sea adecuado debido a que posee una gran cantidad de azúcar y carbohidratos, sin embargo, esto no implica que las personas con Diabetes deban prohibirse su consumo, la clave está en la porción, que no debe exceder media taza de mango picado, pues es el exceso el que puede descontrolar los niveles de glucosa.
El mango puede ser benéfico para personas con Diabetes, pues su contenido de fibra ayuda al control de la glucemia, además de reducir el colesterol en la sangre y producir un efecto de saciedad, que ayuda a combatir el exceso de peso.
Tiene altos niveles de potasio, que es necesario para las personas que sufren de hipertensión y ayuda a eliminar líquidos del cuerpo, también posee vitamina C y betacarotenos que favorecen la absorción de hierro en el organismo. La riqueza de vitamina C lo convierte en una buena fuente de antioxidantes y además reduce el riesgo de enfermedades degenerativas.
También aporta vitamina A que ayuda a mantener bronquios y estomago saludables, además de mejorar la capacidad del sistema inmunitario para responder a virus y bacterias; así como vitaminas del grupo B, entre las que se encuentran la B3 que ayuda al sistema nervioso y como la piel, o la B6 importante para la síntesis de aminoácidos y el metabolismo de grasas.
Se debe comer en su punto exacto de maduración ya que como la mayoría de las frutas su dulzor aumenta conforme va madurando, ni demasiado maduros, ni demasiado verdosos: cuando tienen un olor intenso y la piel lisa y sin manchas están en un punto adecuado, la elección debe basarse sobretodo en el aroma para poder disfrutar de dulce, fresca y carnosa fruta.
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